El reto de apoyo a Irene Villalba recauda más de 11.000 euros

El 19 de diciembre de 2017 daba comienzo un reto que nacía con el objetivo de recaudar 8.000 euros para que la Fundación Joseph Carreras pueda continuar investigando para conseguir que la leucemia sea algún día una enfermedad cien por cien curable, motivado por el caso de una pequeña monesteriense de cuatro años que sufre esta enfermedad, Irene Villalba. Junto a la colecta, también se planteaba el desafío de participar en la Media Maratón de Sevilla, este domingo, para dar visibilidad a la causa.

Un objetivo que se ha cumplido con creces, ya que las más de 200 donaciones que hasta ayer pudieron realizarse a través de la web migranodearena.org han alcanzado la cifra de 11.132 euros. De esta cantidad, 1.000 euros se corresponden con la venta de 200 camisetas, que se han vendido para contribuir a la causa, con el lema del reto: «Irene, va por ti», que también han servido de equipación a los corredores. Además de la colaboración ciudadana, han sido tres los patrocinadores que han creado y apoyado la causa desde su inicio. Ellos son Chc Energía, Grupo Leo, Vicoba Team y el Club Ciclista Local Corona Chica Piñón Grande, que entre todos también han realizado aportaciones.

Fueron una treintena de vecinos de Monesterio los que ayer, domingo, se desplazaban hasta la ciudad Hispalense para sumar kilómetros contra la leucemia, dedicando su esfuerzo a la pequeña Irene. Además del grupo local, también hubo personas llegadas desde diferentes puntos de la geografía española, que quisieron unirse a la causa.

La iniciativa, impulsada por el también monesteriense Carlos Ramayo, consiguió reunir rápidamente al grupo de corredores, dada la importancia del proyecto. «Ha sido una experiencia increíble y verdaderamente emocionante», detallaba ayer Ramayo tras la carrera.

Por su parte, Juan Luis Villalba, padre de Irene, ha querido dar las gracias a todas y cada una de las personas que han puesto su granito de arena a la causa, en nombre de toda su familia, y en especial, de Irene. «Cuando te dicen que tu hija tiene leucemia, se te viene el mundo encima. Pero saber que gente de todo tu pueblo y parte de España apoya una causa como de la que hemos sido partícipes hoy, y de la forma en que se ha hecho No hay palabras para definir todo eso», ha establecido.

A Irene, que ahora tiene cuatro años, le diagnosticaron leucemia con tan sólo 19 meses. Durante meses luchó con todas su fuerzas dando una lección de vida a todos y llegaron las esperanzas de que la enfermedad hubiese desaparecido. Lamentablemente, y tras un sinfín de pruebas médicas y tratamientos, que parecían el fin de la pesadilla, vuelve a dar la cara en marzo de 2017. Es entonces cuando se ponen las esperanzas en un trasplante de médula ósea que no termina de llegar.

A pesar de que este reto ha sido motivado por la pequeña Irene, los corredores no se han olvidado de otra vecina de Monesterio, de Rufina. A quién también han querido mandar sus fuerzas y dedicarle su esfuerzo. A Rufi, de 60 años, le diagnosticaron en marzo de 2016 un linfoma no Hodgkin y en agosto de 2016 le realizaron un autotrasplante.