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Viernes, 29 de marzo 2024, 14:34
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El Cristo de la Buena Muerte, la imagen del Jueves Santo de la Semana Santa monesteriense, tampoco pudo desfilar ayer por las calles del municipio a causa de la lluvia. La Archicofradía Sacramental y Virgen de los Dolores preparó un solemne acto dentro de la iglesia en el que participaron, además de los costaleros y el capataz del paso, una decena de mujeres vestidas de mantillas; el cantaor extremeño José Dávila, que erizó los vellos del público asistente con la interpretación de varias saetas; y un trío de instrumentos de viento que interpretó música de capilla.
La luz de las doce velas rojas y de un foco que forman parte del paso del Cristo de la Buena Muerte centraron toda la atención durante la velada de recogimiento y luto el día de la muerte de Cristo a la que acudieron numerosos fieles. Además, las 'mecías' de los costaleros en la oscuridad a la imagen y la sombra de la cruz de Cristo, proyectada sobre las bóvedas de la parroquia, crearon un ambiente sobrio. Todo ello, al son de música de capilla y la voz flamenca del cantaor José Dávila, que interpretó un total de cuatro saetas. Primero desde el coro de la iglesia, después desde el Altar Mayor, a continuación desde la capilla y, por último, frente a la imagen de la Virgen de los Dolores.
Tras las estación de penitencia, la capilla de la iglesia de San Pedro Apóstol de Monesterio acogió la Hora Santa, adornada para la ocasión.
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