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Abraham en la calle Templarios de Monesterio Isabel Ambrona
«Estoy muy feliz de que se demuestre al fin mi absoluta inocencia pero siento mucha tristeza»

«Estoy muy feliz de que se demuestre al fin mi absoluta inocencia pero siento mucha tristeza»

ABRAHAM MOÑINO ·

El joven de 25 años fue uno de los principales sospechosos al ser el último que se comunicó con Manuela Chavero

Lunes, 21 de septiembre 2020

Tenía 21 años cuando desapareció Manuela Chavero. La noche en la que se le perdió la pista, este joven de Monesterio recibió un mensaje telefónico de Manuela, vía Whatsapp, en el que le decía si se podían ver. Abraham Moñino, camarero entonces y también ahora, declinó porque tenía una rodilla mal. A la mañana siguiente fue el primero en declarar voluntariamente ante la Guardia Civil. Fue el principal sospechoso durante un buen tiempo y señalado también por Emilia, hermana de Chavero. Este lunes mostró alivio pero también pesar en una entrevista concedida a HOY.

–¿Cómo se encuentra tras lo que parece ser el esclarecimiento de la desaparición y muerte de Manuela Chavero?

–Tengo un choque de emociones. Por un parte estoy muy feliz de que hayan encontrado un culpable y se demuestre al fin mi absoluta inocencia, pero por otro lado, siento mucha tristeza de que todo, después de estos 4 años de angustia, hayan acabado con las esperanza de ver a Manuela con vida. Ahora vivo más tranquilo, pero tampoco tiro cohetes.

–¿Fue la última persona que vio o conversó con Manuela?

–Fue la última a la que escribió. Eso seguro si no me equivoco. De ver, no lo sé.

–¿Qué tipo de relación tenía con Manuela?

–No se puede decir que éramos pareja. Teníamos una, digamos, relación de amistad que surgió a raíz de una feria. Pero ella tenía su vida y yo la mía.

–¿Cuándo conoce la desaparición? ¿Cómo reaccionó a la noticia?

–Se supo un día después, un miércoles. Mi primera idea, y así queda reflejada en mi primera declaración ante la Guardia Civil, a la que acudí de forma voluntaria cuando pasó esto, es que había conocido a alguien que le llenaba y que quería pasar el resto de su vida con esta persona. Pensé que se había ido del pueblo con esa persona por una relación. Por voluntad propia.

–Pero enseguida se sospechó que no era una desaparición voluntaria y se fijaron en usted.

–Yo ese día estaba de baja por un problema en la rodilla, una pequeña lesión en el menisco. Y no trabajaba además por acumular un día libre. Mi madre fue la que me comentó que se habían encontrado la tele encendida, el móvil en la casa y ella no aparece por ningún lado. Me quedé sorprendido. Me puse en contacto con una amiga suya. Y le dije que habíamos tenido una conversación por WhatsApp. Me pasó el teléfono de un guardia civil del pueblo y quedé con él para ir a declarar voluntariamente. A raíz de ahí, me volvieron a llamar otra vez. Fue al día siguiente. Y lo hizo la Policía Judicial con sede en Zafra.

–Declaró por segunda vez en cuarenta y ocho horas. Y empezó a ser sospechoso durante mucho tiempo, meses.

–Me tuvieron tres horas declarando. Me dieron mucha caña. Y salí pensando que era claramente el principal sospechoso.

–¿Es cierto que Eugenio, el ahora detenido, le intentó incriminar?

–Tengo mis dudas. Al parecer Eugenio dijo que me vio ese día (el de la desaparición de Manuela). Pero a lo mejor no fue ese día sino otro o es que de verdad me vio. No me acuerdo, aunque la geolocalización del teléfono dice que sí. Por esa zona pasaba bastantes veces al mes. Es posible que me intentara incriminar pero a ciencia cierta no sé si es posible.

–La familia de Chavero también le señaló.

–No. La familia, no, su hermana Emilia. En varias ocasiones dijo que era un chico problemático, que era un 'pirao'. Ella me señaló como posible culpable, pero el resto de la familia, no.

–¿Y por el resto del pueblo?

–¡Qué va! Pensé que iba a pasar eso pero mucha gente me apoyó, mis amigos, mi familia. El problema es que durante cuatro años he estado ahí, en el foco. Ahora vivo más tranquilo, pero tampoco tiro cohetes.

–¿Estuvo en la madrugada del sábado en la calle, durante el registro de la casa de Eugenio?

–Sí, aunque no lo llegué a ver. Llegué tarde por el trabajo. Estuve un par de horas pero lo tuvieron dentro y no lo ví.

–¿Qué le motivó ir allí?

–Le quería decir algunas palabras (breve silencio). Una manera de quitarme los pinchos de dentro.

–¿Conocía a Eugenio?

–Lo conocí un poco en el instituto. Era un chico grande, muy infantil. También es verdad que tuvo una vida dura pero tampoco puedo decir más de él porque apenas lo conocía. Ahora está implicado en este caso. Que se averigüe si realmente mató a Manuela. ¿Mi opinión? Solo puedo decir que yo no me creo que Manuela se cayera y se golpeara la cabeza y muriera así.

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