Eugenio D., de 28 años, único acusado por la muerte de Manuela Chavero en Monesterio en julio de 2016 mantiene que falleció fortuitamente. No se mueve de lo que ha declarado desde un inicio tras la reconstrucción de los hechos llevada a cabo el pasado viernes. Eugenio salió de la cárcel de Badajoz, en la que está desde septiembre, para volver a pisar la casa en la que murió Manuela y reproducir en la finca donde la enterró cómo la llevó hasta una zorrera para taparla con piedras y tierra. La reconstrucción fue solicitada por el fiscal y la acusación particular, la familia Chavero.
«Nos encontramos destrozados. Ha sido un crimen brutal. Solo pido que se haga justicia», decía su hermana Emilia cuando atendía a primera hora de la mañana a los medios de comunicación, escasos minutos antes de que la UCO trajera a Eugenio D. Hablaba Emilia inicialmente con un tono sosegado. Sin embargo, esa tranquilidad se rompió poco después de las 9.08 horas exactamente, cuando Eugenio era conducido por los agentes de la Guardia Civil a la casa de su hermana, mientras explica al juez qué ocurrió esa noche.
«Eres un canalla, nos ha destrozado la vida», profirió Emilia hacia Eugenio, con visible nerviosismo. Fue apartada por familiares hacia otra zona de la calle para que se calmase. Con anterioridad, Emilia lanzó una reclamación pública al acusado de la muerte de su hermana: «Que diga ya realmente lo que pasó, que todo el mundo sabemos lo que pasó. Que diga la verdad, cómo la engañó. No entiendo personas tan malvadas».
Mientras, la abogada de la familia, Verónica Guerrero, explicó que la reconstrucción de los hechos fue solicitada para que se «pongan de manifiesto las contradicciones» en la declaración, hasta ahora, sostenida por Eugenio D. sobre la muerte de Manuela.
El acusado indica que falleció accidentalmente, tras golpearse la cabeza en el suelo tras una disputa, no que la asesinara. «Es una oportunidad para esclarecer los hechos», agregó Guerrero. La letrada, tras terminar la reconstrucción, dijo que Eugenio se había mostrado colaborador pero no avanzó si había cambiado o no su declaración.
HOY ha podido confirmar que Eugenio volvió a contar lo que dijo inicialmente tanto a la Guardia Civil como al juez de instrucción de Zafra que lleva e el caso.
La UCO condujo primero a Eugenio a su casa, apenas distante de la de Chavero unos 50 metros. Desde la puerta de su domicilio bajó primero hasta el domicilio de Manuela, sin llegar a entrar en él ni tocar la puerta. Desde allí volvió a subir la calle a pie hasta su domicilio. Allí habría habría llegado junto a Manuela o la esperaría esa fatídica noche. Una vez en su domicilio, una agente hizo de figurante de Chavero para recrear cómo pudo ser la discusión que, según dice el acusado, acabó con el fallecimiento de Manuela. Posteriormente, Eugenio cogió un maniquí cubierto con sábanas y bolsas de basura, para introducirlo en su coche -Opel Vectra gris- para reconstruir cómo la fue la conducción del cuerpo sin vida de Manuela hacia la finca. En la parcela, Eugenio se subió a un tractor y, de nuevo, puso el maniquí en su pala para indicar a la Guardia Civil y al juez cómo la enterró en una zorrera, en una zona de gran desnivel de la finca.
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