Isabel Ambrona
Domingo, 18 de marzo 2018, 21:31
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Arrojar por el inodoro toallitas húmedas o colillas, o tirar por el desagüe aceite u otros residuos es una práctica incorrecta que genera graves problemas en las plantas depuradoras y en las redes de saneamiento, dificultando el proceso de tratamiento del agua urbana. Este es el mensaje que Promedio lanza a los vecinos de Monesterio tras haber «abatido al monstruo de las toallitas» en la jornada de este viernes en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la localidad.
Y es que, a pesar de que el pensamiento general es que las toallas húmedas son biodegradables, a la vista está que llegan íntegramente a la planta depuradora y se acumulan, creando lo que desde Promedio han denominado «monstruo de las toallitas».
La EDAR de Monesterio lleva bajo la gestaión de Promedio desde 2017. Esta dispone de una capacidad de tratamiento de 2.475 metros cúbicos al día, el equivalente a llenar una piscina olímpica en cada jornada, y permite a Monesterio cumplir con la normativa ambiental sobre tratamiento de aguas urbanas y mejorar sensiblemente el entorno natural del arroyo de la Dehesa.
La instalación, inaugurada en 2.003, se compone de un sistema de pretratamiento para la eliminación de los residuos sólidos, arenas y grasas disueltos en el agua; dos reactores biológicos para el tratamiento de la contaminación orgánica y dos decantadores secundarios para la separación final del fango y el agua depurada.
Además, la red de saneamiento cuenta con dos Estaciones de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR), que impulsan el agua. urbana desde las cotas bajas de la localidad para alcanzar la planta de tratamiento.
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