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Granada Farrona firmando ejemplares
«Yo soy Granada Farrona y me llamo atrevida literaria»

«Yo soy Granada Farrona y me llamo atrevida literaria»

La extremeña presentaba ayer en Monesterio su segundo poemario solidario, ‘Versos, ¡a los pupitres!’, cuya recaudación irá íntegramente destinada a la lucha contra el cáncer

Isabel Ambrona

Jueves, 27 de abril 2017, 16:15

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Ante una sala repleta con casi un centenar de personas, entre mayores y pequeños, Granada Farrona regresaba ayer a Monesterio, su pueblo, para presentar su segundo proyecto solidario Versos, ¡a los pupitres!.

La autora, llerenense de nacimiento pero asentada en Monesterio desde su infancia, comienza su andadura en el mundo de la escritura cuando le diagnostican Hepatitis C, una enfermedad que provocó su prejubilación como maestra. «Ahí fue cuando me vine abajo, tuve que sacar fuerzas de flaqueza y comencé a escribir», explica. «Fueron mis propios hijos quienes me animaron a publicar mis escrituras».

Versos, ¡a los pupitres! «es un libro que nos invita a perseguir un hada, ese hada es la pasión de Granada por la enseñanza y por los niños», apunta Juan Molina, Concejal de Cultura del Ayuntamiento y compañero de oficio de Farrona. «Su lectura nos hace jugar con recuerdos de la infancia y de nuestra escuela, incluso me atrevería a decir que este libro huele casi como olían en nuestra época lápices y gomas nuevas y nos hace entrar en un mundo infantil que hace que los mayores también lo disfrutemos e ilusionemos a los niños», explica.

Granada dedica este poemario a sus padres, a quienes considera sus «primeros maestros», y a todo el colectivo de maestros y maestras «que hacen una labor extraordinaria y que cada día se enfrentan a una gran pérdida de valores en las aulas».

Con sus versos, que procura llevar a los pupitres, la extremeña quiere trasladar estos valores perdidos a las aulas a través de un hada - que por cierto invita a buscar en las páginas de su libro- y que a su juicio son los maestros y maestras.

Valores como el amor y el cariño, reflejados en su padre y su abuelo, el respeto como «factor común de todos los denominadores», adivinanzas, greguerías o el cuento de una caperucita asertiva que le planta cara al lobo, componen el nuevo poemario de una exmaestra que recuerda a mayores y a pequeños su infinita pasión por la escuela y la enseñanza.

«Lo que yo estoy haciendo no se trata de un negocio en la escritura como hace cualquier escritor, mi objetivo es obtener un poquito de dinero para la investigación del cáncer. Yo soy Granada Farrona y me llamo atrevida literaria», concluye.

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